jueves, septiembre 10, 2009

RESACA...
& EL DERECHO AL VÓMITO




¿Cuánto tiempo ha pasado? Los rincones se han ido de huida clásica. Aun la vista aérea rehace ver ese letrerito de neón que indica que no será una bienvenida, quizá por sincero vómito o arcada verdadera. Mejor será el sobrevolar aquellos paisajes que se dejaron, con miedo y valentía; difícil mixtura arrojada al cielo, en donde se buscó… Volver a nacer sin paracaídas fue el empeño. Quizá volver a aquella mirada de lluvia por la espalda, esa de espanto y frío. Se maldijo a la realidad que entró sin valentía, sólo a susurros.




Las mañanas crueles de ausencias son para teleseries, las muertes por la espalda son compañeras de viaje, ya no agreden. Palitos de fósforos y adhesivo en las cerraduras de los candados fue la receta, uno que otro incendio en el jardín fueron las luces guías del aterrizaje, luces de tierra que adornaron el no naufragio entre lluvias del sur. A veces el “agua espejo” mata.

Repetir finales es de cobardes. Muchos prefieren transitar paseando la joroba que darle la cara a la lluvia; quizá sea de oscuros el no andar con caretas “water proof”. El bostezo no es humilde pero certero. La verruga es visible pero nadie la toca; es de reojo el cuento cuando te la cuentan… y te das por enterado en la mitad de la mentira, y dejas seguir la rueda para saber hasta dónde llegará. Asumes. Algo ya se ha roto y no hay sonrisa de protocolo, las ronchas pican por dentro de los párpados cansados. Ojalá la noche acarree alguna caricia, de esas heladas, por la espalda vigilante…