lunes, octubre 01, 2007


A ti te escribo...
Mi mala sombra me acompañó, la que dejo en las esquinas, esa de siempre existir, aquella que respira y me fui pensando en ti, quieto caminante, de sombra. Y volví a mi patria y tu tristeza se hizo mía y respiré el aire mudo de tu no saber. Me lo comí. Y lamí tu espalda mientras ni te dabas por enterada. Sabías que no iba a mentir y tu mirada ¿Quién puede mentir ante tan certera mirada? Yo no. No puedo. Y te pienso callada, semi quieta, con tu pierna en movimiento... ¿Un helado de chocolate? Y aquellos ojos me los comi. De el olvido me olvidé!