miércoles, julio 18, 2007





Van sucediendo lentos los acontecimientos. Lentos los hechos para el Arlequín. Yo sólo soy su des-sombra su des-huella su des-mirar.


En lenta caída cae. Cadena de explosiones son sus tripas, reventándose. Con la calma del rebote del rebote, de la pérdida de tiempo. Soñó con regalar, sin tropezar, todos los sueños a aquella corte, hermosamente enferma de muerte con alas de pus. Deseó hacerlos inmortales a todos ellos. Lo recuerda mientras cae reventado, cuando su suelo se acerca, perdiendo la paciencia.


Su plasticidad (entreheridas) se vuelve barro seco; sin bondad. Se resiste el Arlequín, aferrado a su mueca de carcajada. Mírenlo como cae.


Su público aplaude enajenado mientras pierde aire el Arlequín. Su público alardea de alaridos alienantes mientrasél pierde todo encuadre de su luna. Las explosiones siguen repitiéndosele hasta la placenta. Así de simple. Secuencia inevitable. Hace sonreír de dolor grosero de grosería reír.


En su monociclo sólo pensaba en sus colores del cielo y se masturbaba con ello. Ahora, mientras cae, sabe que el horizonte es un sueño esquizofrénico que se puede trazar con un sólo dedo. Memoriza paisajes al ritmo de sus tripas. El Arlequín stá aprendiendo a volar mientras cae; sin malla sin protección ni truco alguno.


Van sucediendo lentos los acontecimientos para este Arlequín. Las imágenes (sin calma y con luz de amanecer) se alargan y tuercen. Su mirada está fija en un reflejo hermoso de aquella retina antigua. Su imaginación se contorciona con su memoria. Sigue en caída el Arlequín. Pensó en cortarse los párpados para sacarlo en cara. Pensó en perdonar y pensó una pelea sucia. Su monociclo no despertó a sus patadas al cielo. Cae el Arlequín y el piso lo espera con ganas. Todas las miradas se las ha ganado mientras sueña con esas caderas. La mente del Arlequín proyecta diaporamas; él mira con ojos de camaleón, cuadro a cuadro, a 360° POR HORA; como si fueran aplausos.


Poco a poco el encanto llega y el maquillaje se va. El Verano ya estaba puesto en su frente, pero él aun no secaba su espalda de inviernos.


Por instantes vuela el Arlequín, viendo su sombra cada vez más cercana. Las sensaciones siguen hechas en serie. Ya no puede elegir. Su viento crece. Su suelo elige su aliento.


Él cae (lo vi caer) Duerme. Cae. Sueña. Sufre. Despierta. Sufre. LLoriquea. Cae. Se encuentra. Cae. Se mira. Cae. Se descubre. Cae. Se acaricia tierno. Cae.


¿Y de qué se queja el mu puto?